La Junta Directiva Nacional del Colegio Nacional de Periodistas, ante la proliferación en toda Venezuela de cursos de «periodismo» sin respaldo académico, dictados por entes privados y públicos, donde les enseñan herramientas de comunicación (locución, diseño gráfico, redacción periodística, gestión de redes, etc.), responsablemente les advierte a los venezolanos que no se dejen confundir al pensar que se tratan de entrenamientos conducentes a la acreditación de títulos que les permitan ejercer profesionalmente como periodistas ni afiliarse al CNP.
En Venezuela, el periodismo es una carrera universitaria y desde 1972 está sujeta a la Ley de Ejercicio de Periodismo, cuyo Artículo 2 dice: «Para el ejercicio de la profesión de periodista se requiere poseer el título de licenciado en Periodismo, licenciado en Comunicación Social o título equivalente, expedido en el país por una universidad, o título revalidado legalmente; y estar inscrito en el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) y en el Instituto de Previsión Social del Periodista (IPSP). Los ciudadanos que cumplan con los requisitos establecidos en esta disposición, serán los únicos autorizados para utilizar el título de Periodista Profesional».
Como guarda y custodio de la Libertad de Expresión, el CNP saluda todos los esfuerzos que haga la población en su educación, incluyendo la mejora de sus destrezas comunicativas. Una sociedad que sepa expresarse e informarse puede defenderse mejor de la hegemonía comunicacional. No obstante, las herramientas adquiridas por los ciudadanos para mejorar sus habilidades comunicativas, ya sean en escritas, orales o audiovisuales, apenas constituyen una parte de lo que significa ser periodista. La formación académica amplia, las técnicas de investigación y, sobre todo, la ética profesional son tres elementos que complementan nuestra profesión, por lo que un taller de redacción, de locución, de diagramación o de edición de video o audio –aunque esenciales‒ en conjunto son un componente más de nuestra profesión.
Recordemos que un periodista es un profesional que se ha formado en una universidad durante, mínimo, cinco años para entender e interpretar la realidad, detectar hechos socialmente relevantes y transformarlos en relatos comprensibles para sus audiencias, los que difunde responsablemente según las normas que le dicta el Código de Ética del Periodista Venezolano, bajo la supervisión de un gremio que lo alerta o sanciona cuando incumple las buenas prácticas profesionales. Además, el artículo 39 de la Ley vigente amplía los deberes del periodista de la siguiente manera: «Ajustar su actuación a los principios de la ética profesional, al respeto y a la defensa de los derechos humanos, de la paz entre los pueblos, de la libertad de expresión al servicio de la verdad y la pluralidad de las informaciones».Esto lamentablemente no se aprende en cursos de tres meses ni mucho menos con la práctica empírica en las redes sociales.
Pretender usurpar las funciones de los periodistas o abrogarse el título conlleva sanciones, según lo estipula el Artículo 39 de la Ley, de prisión de tres a seis meses. Recordemos que el LVI Secretariado Nacional, celebrado en Chacao en julio pasado, exhortó al Ministerio Público a actuar contra el ejercicio ilegal de la profesión de periodista, tal como lo ha hecho en otras que se rigen carreras por la ley.
Denunciamos ante la población venezolana la gravedad e ilicitud por parte de entidades que no reúnen las exigencias previstas en la Ley de Universidades, de pretender impartir «cursos de periodismo» sin cumplir con los requisitos académicos reconocidos y sin el aval del Colegio Nacional de Periodistas, y exigimos a quienes ofrecen dichos talleres dejar de incurrir en publicidad engañosa en la promoción de estos, que inducen al intrusismo, el ejercicio ilegal y al quebrantamiento de la Ley.